NUESTRA HISTORIA DE AMOR...

Todo comenzó un 20 de mayo, ese día, dos mundos muy diferentes se cruzaron de la forma más inesperada: yo, una peruana viviendo en Madrid, y él, un francés de la soleada Niza. Nos conocimos en un momento en que ninguno de los dos estaba buscando nada en particular, sin saber que ese encuentro marcaría el inicio de algo muy especial.
Desde el principio, teníamos un lema claro: “Si al día siguiente nos llevamos bien, esto será para siempre.” Y el destino decidió que sí, que nos llevaríamos bien… ¡y mucho más! Desde ese primer momento, nos dimos cuenta de que éramos diferentes, pero eso solo hacía que nuestra conexión fuera aún más profunda. Él es más tranquilo, algo reservado, mientras que yo soy la amiga de todos, siempre rodeada de gente y con una sonrisa lista para compartir. Pero, a pesar de nuestras diferencias, siempre encontramos puntos en común que nos unían: el amor por la aventura, los viajes y la curiosidad por descubrir nuevas culturas.
En estos dos años y medio, hemos viajado a muchos lugares, explorado nuevas ciudades, disfrutado de comidas que nos hicieron reír y enfrentado juntos desafíos que nos unieron aún más. Vivir juntos ha sido un constante aprendizaje: afrontar las pequeñas y grandes situaciones cotidianas, y ver cómo nuestras personalidades se complementan. Él me ha enseñado a disfrutar de los momentos tranquilos y a valorar los pequeños detalles, mientras que yo le he enseñado a no tomarse la vida tan en serio y a ver el lado divertido de las cosas.
Lo más bonito de nuestra historia es que, a pesar de ser de culturas tan diferentes, hemos aprendido a amarlas por igual. A veces volvemos a Niza y él me muestra cada rincón de su ciudad, y yo, con mi amor por Perú, le cuento historias de mi país y le hago probar cada receta que me recuerda a casa. Nos hemos convertido en una hermosa mezcla de nuestras raíces, creando una historia propia llena de risas, sueños y, sobre todo, amor.
Hoy, estamos a punto de dar un paso muy importante: el 18 de enero de 2025 nos casamos. Y lo haremos con la certeza de que este "sí" es para siempre. Porque lo que nos ha mantenido unidos no es solo el amor, sino el respeto por lo que cada uno es, la alegría de compartir nuestras diferencias y, sobre todo, la certeza de que, si seguimos así, este viaje que comenzamos hace dos años y medio nunca tendrá fin.
Y lo más bonito es que esto es solo el comienzo…

Gracias por ser parte de nuestra historia de amor y acompañarnos en este día tan especial.